Una alianza es la unión y el apoyo mutuo que se dan, entre sí, dos personas. La alianza supone compartir interés sin estar dirigida contra nadie. Es el interés compartido por dos miembros de la familia, generando relaciones positivas entre ciertos miembros del sistema familiar. “Una alianza se define por la proximidad de dos miembros en contraste con un tercero más distante. No suelen ser negadas por la familia” (Martorell, 1996).
Por el contrario, la coalición es la unión de dos miembros contra un tercero. Supone un acuerdo de alianza establecido para mutuo beneficio de los aliados frente a un tercero; dividiendo a la triada en dos compañeros y un oponente. “Las coaliciones entre miembros de distintas generaciones (p.e. un hijo y una madre contra un padre) se llaman triángulos perversos, y estos, son negados por la familia” (Martorell, 1996).
Triangulación
La triangulación se refiere a la expansión de una relación diádica, agobiada en conflictos, con el fin de incluir a un tercero, lo cual da por resultado el encubrimiento o la desactivación del conflicto (Bolaños, 2008).
Los hijos son susceptibles a la alienación cuando perciben que la supervivencia emocional del progenitor alienante o la supervivencia de las relaciones con él, dependen de su rechazo hacia el otro padre (Bolaños, 2008)
Un niño sometido a una triangulación, recibe mensajes contradictorios en el núcleo de las funciones socializantes, referidos a cómo tratar a las más importantes figuras significativas del entorno, y a cómo esperar ser tratado por ellas (Linares, 1996).
La descalificación se define por la RAE, como el hecho de desacreditar a una persona negando su capacidad para desempeñar ciertas funciones, para el objeto de la presente investigación, destacarían las conyugales y las parentales cuando, en el marco familiar, se descalifica a alguien como conyugue o progenitor. La des-confirmación, por su parte representaría una forma mayor de agresión comunicacional, al consistir en la negación de la identidad de alguien, desde la situación extrema y destructiva, de ignorar la existencia de una persona de forma significativa, constante y por parte de figuars de las que depende, hasta una serie de fenómenos menos agresivos, cercanos a la descalificación y rechazo. Los fenómenos comunicacionales de la descalificación y la desconfirmación han sido asociados a la literatura con la transición esquizofrénica (Watzlawick et al., op. cit.., Selvini et al., 1974).
Conflictos de Lealtades
El conflicto de lealtades fue descrito inicialmente por Borzomegy-Nagy en 1973 como: “una dinámica relacional en la que la lealtad hacia uno de los padres implica deslealtad hacia el otro”. El resultado puede ser una “lealtad escindida” en la que el hijo “tiene que asumir incondicionalmente su lealtad hacia uno de los progenitores en detrimento de la del otro” (Bolaños, 2008).
Cuando son los padres quienes entran en conflicto y, son los hijos, quienes intentan preservar su teórica posición de equilibrio entre ellos, es inevitable que estos se conviertan en observadores activos de lo que ocurre, y en expertos detectores de las emociones que definen las desavenencias de los adultos. Sin embargo, siguen teniendo afecto por sus padres y, sobre todo, buscan seguir teniendo el afecto de ellos.